Las tablas de arcilla, las de piedra y el pergamino ya son parte de la historia, ¿Qué posibilidades hay de que los libros en papel entren en esta lista?
En la actualidad con la esclavizadora tecnología, con la cabeza enterrada en las pantallas de sus dispositivos: algunos consultando sus estados en sus redes sociales, otros está jugando, pero muchos están leyendo libros en formato electrónico.
Hace mucho tiempo que no veo un libro real en manos de nadie. ¿Esta bien?
La abundancia de teléfonos inteligentes, lectores electrónicos y tabletas afecta la pérdida de interés en los libros en papel. Y la verdad es que, en lugar de llenar estantes en casa o una mochila, es mucho más fácil descargar docenas de libros en un dispositivo pequeño que siempre está contigo.
Personalmente, hace tiempo que estoy acostumbrado a leer desde la pantalla de mi smartphone y me encanta leer. En cualquier minuto libre, puede captar uno o dos capítulos de un trabajo interesante sin llamar la atención y sin sentir molestias en ninguna situación.
Es cierto, no obtengo placer estético en absoluto.
No sé cómo funciona esta magia, pero hay un cierto encanto en los libros de papel: eliges un libro en una tienda, pasas las páginas reales y te das cuenta de cuántas quedan hasta el final. Es tan conmovedor, especialmente ahora que hemos comenzado a abandonar el hábito de los libros analógicos de la misma manera que lo hacemos al escribir textos a mano.
Un libro electrónico es más accesible, pero la información que contiene es absorbida por el cerebro peor que el mismo texto leído en papel. Cada vez más científicos llegan a esta conclusión basándose en varias pruebas y experimentos.
¿Por qué se olvida el libro electrónico más rápido?
Se trata de nuestra percepción: el cerebro recibe un montón de información nueva todos los días (bueno, para la mayoría de las personas, así es como es) y para almacenar la información necesaria, se utilizan varios "anclajes".
En el caso de los soportes de papel, estos "anclajes" son precisamente los factores tangibles: la portada, el proceso de compra o una nota en los márgenes con lápiz. Los libros electrónicos son esencialmente un conjunto de símbolos sin rostro que no tienen ningún "marcador" para que la información recibida permanezca en la cabeza durante mucho tiempo.
Esto es solo una teoría, pero me gusta y parece la verdad.
A pesar de la abundancia de libros que he leído electrónicamente durante el último medio año, la mayoría de ellos los recuerdo con dificultad. Pero recuerdo muy bien varias de papel, incluidas las publicaciones periódicas: no solo el hecho de leer, sino también la trama y varios momentos e ilustraciones interesantes.
En este sentido, la mayoría de las bibliotecas en línea que ofrecen solo extractos de obras gratuitas son útiles.
Después de todo, los libros electrónicos de hoy cuestan poco más que sus equivalentes de papel, pero el placer de poseer un libro real no es rival para los estantes planos y cubiertos de libros en iBooks.
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