La rutina, las constantes exigencias de los supervisores, la mala distribución de actividades, los problemas personales que se arrastran al trabajo y los tiempos reducidos son factores que pueden generar emociones de frustración y rabia, que son negativas para un ambiente laboral atractivo y, más aún, cuando no se saben controlar o manejar adecuadamente. Lograr un ambiente de trabajo armónico puede ser posible cuando sus tienen control sobre sus emociones.
1. Identifica las emociones que se generan
Debemos aprender a descifrar las emociones, y a crear el mensaje para lograr su correcta y oportuna interpretación. Reconocerlas ayuda a equilibrar el estado de ánimo,ofrece expresiones que participan en la toma de decisiones, influye en la interacción social y, además, en la ejecución de actividades.
2. Detecta el detonante
Cuando se trata de gestión de emociones, la solución es atacar la falla de raíz. Se debe identificar lo que produce la emoción negativa, ya sea por acumulación de situaciones dañinas que no han sido sanadas y hacen más propensa a la persona a reaccionar negativamente ante cualquier estimulo; el descontrol emocional que hace irritar a los individuos con facilidad; la falta de descanso; y dejarse dominar por las constantes preocupaciones. En estas situaciones se debe pensar objetivamente para aclarar el panorama y reconocer sin escusas la raíz del problema.3. Pon en práctica ejercicios de respiración
¡Existen alternativas para solucionar este problema! Por ejemplo, los ejercicios de respiración relajan a cualquiera en situaciones de estrés o tensión. ¿Por qué? Esta práctica controla el sistema nervioso, tranquiliza y le permite a la persona enfocarse de manera un poco más objetiva. Este procedimiento debe realizarse rutinariamente antes y después de la jornada laboral, e incluso en el momento de tensión. Solo debes inhalar lenta y profundamente por la nariz hasta ensanchar los pulmones y luego exhalar lentamente. Una respiración tras otra hasta completar las 10 repeticiones o hasta que hayas limpiado tu mente. ¡Con solo 10 minutos lograrás un impacto positivo!
Por otra parte, la meditación ayuda a reducir la ansiedad. Así que procura respirar correctamente y meditar con regularidad, ya que este ejercicio puede favorecer el control de las emociones negativas, incluso cuando se está en un momento de detonación (en el trabajo, en el hogar o en cualquier ambiente donde se desenvuelva la persona).
4. Enfrenta y busca soluciones
Toma unos minutos para relajarte. A diferencia del punto anterior, a veces hay situaciones que justifican incorporar un apartado en el que se sugiera tomar pequeños períodos de descanso, o simplemente dejar el puesto de trabajo por un momento para despejar la mente. Párate y haz un café, anda al baño y mójate la parte de atrás del cuello o ve al puesto de algún compañero de trabajo para conversar y distraerte.5. Apóyate en personas de confianza
La comunicación tiene poder e influencia en todo ser humano. Al contar con amigos en el trabajo que generen confianza, permitirán que desahogues lo que piensas o sientes, y te sorprenderás lo mucho que puedes llegar a calmarte con solo ser escuchado. Al conversar sobre la situación que genera emociones negativas en el trabajo, puedes recibir consejos que contribuyan a que estés en paz, a gestionar adecuadamente las emociones y a llevar un ambiente de trabajo agradable y respetable. Pero no te aproveches, siempre cuenta con un tiempo prudente para estos encuentros más sociables.
Con estos cinco consejos, podrás alejarte de las situaciones conflictivas y aprenderás a dominar las emociones negativas en el trabajo. No lo olvides: dale prioridad a tu bienestar laboral. Dedícate en el trabajo a realizar las tareas prioritarias en tiempo récord; y sé honesto con los demás y contigo mismo, aún más cuando de gestión emocional se trata, ya que esto conllevará cambios favorables para el entorno. ¡Respeta los tiempos de descanso para tomar aire y relajarte!
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